Mallorca no solo es sol, mar y playas, sino también paisajes que quitan el aliento desde las alturas. Para quienes buscan capturar la isla desde otro ángulo, sus miradores son auténticos balcones a la naturaleza y la historia. Aquí te cuento algunos de los mejores lugares para fotos inolvidables.
Uno de los clásicos es el Mirador Es Colomer, en el extremo norte de la Serra de Tramuntana. Desde aquí, el mar se extiende hasta el horizonte, y se puede ver la isla de Menorca en días claros. El contraste entre acantilados escarpados y aguas turquesas hace que cada foto sea espectacular.
En el corazón de la Tramuntana, el Mirador de Sa Foradada ofrece una vista única sobre el famoso agujero en la roca que se adentra en el mar. Es ideal para capturar el atardecer, cuando el sol se pone justo detrás de esta formación natural.
Si prefieres algo más accesible, el Castell de Bellver, cerca de Palma, combina historia y vistas panorámicas de la ciudad y la bahía. Desde sus murallas se aprecia el perfil urbano y el mar en un solo cuadro.
Otro punto mágico es el Mirador de Ses Barques, cerca de Port de Sóller, donde las montañas se encuentran con el mar en un abrazo fotogénico, perfecto para capturar la esencia mallorquina.
Estos miradores no solo regalan imágenes increíbles, sino que también son espacios para respirar, conectar con la isla y dejarse maravillar por su belleza natural.